viernes, 11 de noviembre de 2011

Tu amor, sube cómo la espuma

Hola. Esta tarde he decidido llamarte después de tanto tiempo. Sabes que odio los domingos, y ver la típica película de amor con final feliz solo me hace recordar lo que no pudimos tener.
Antes ha sonado mi móvil, y eran los de la compañía de teléfono. Me han dicho que hay una nueva tarifa para hablar gratis con la persona que tu quieras. Por lo menos hasta que se acabe mi contrato. Y he pensado que podría estar hablando contigo toda mi vida.
Después de mucho pensar, me he dado cuenta de todo lo que he perdido, y de todos los trenes que deje marchar. A lo mejor la clave de la vida es no pensar las cosas demasiado. Reconozco que le hice más caso a mi cabeza que a mi corazón y ahora ya no se que hacer porque no se como sacarte de ella.
Te veo en cada espejo de cada ascensor, en cada reflejo de cada charco que piso. Te escucho en cada canción que llega al corazón, cada canción que cada vez que suena me obliga a recordarte.
Se que fui una tonta por no aprovechar el momento y me arrepiento de ello. Dicen que si te preocupas por la mirada de la gente, no podrás disfrutar de tu vida; y puede que tengan razón.
Comprendo que no me quieras ver ni en pintura, y que esto no vaya a salir bien en mi vida, pero necesitaba decírtelo, y que me escucharas. Supongo que eso es todo. 

Te quiero.
Siempre tuya.










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